lunes, 21 de febrero de 2011

Exitoso cierre de las Jornadas sobre la Batalla del Jarama

Las Jornadas “La Batalla del Jarama”, organizadas por la asociación Tajar en colaboración con el Ayuntamiento de Morata de Tajuña, llegaban a su fin alrededor de las siete de la tarde de ayer, domingo, al concluir el último de sus actos. La nota característica de estas actividades, la notable asistencia de público y el elevado nivel de contenidos, se ha mantenido también en los actos del último día.

Como el día anterior, nos encontrábamos a las nueve y media de la mañana en la acostumbrada parada de autobús, esta vez para dirigirnos algo más lejos: a las inmediaciones de Arganda del Rey, donde arrancaba la ruta del domingo. El buen tiempo propició que la asistencia a esta marcha fuera incluso superior a la del día anterior, juntándonos casi cuarenta personas. Antes de comenzar, José Manuel Martín del Moral, investigador y experto en fortificación, nos ofreció un resumen de lo que íbamos a ver. Hay que señalar que sus explicaciones, tanto las previas a la marcha como “a pie de fortín”, resultaron de altísimo nivel y gran interés, en la línea de las ofrecidas por Javier Rodríguez el día anterior. En esta explicación previa, José Manuel nos informó de que el recorrido transcurriría en su mayoría por la segunda línea republicana del sector, acercándonos en ocasiones a la primera línea.


Iniciamos nuestro camino por la vía verde hasta llegar a la primera de nuestras paradas, junto a un nido de ametralladoras de los construidos en la zona del 3ª Cuerpo de Ejército republicano, con posterioridad a la batalla del Jarama, con arreglo a un estándar, del que existieron 96 en proyecto, habiendo en octubre de 1938 ya 45 de ellos construidos. José Manuel nos proporcionó una enorme cantidad de datos sobre este tipo de fortín, llegando hasta el detalle de cuántos ladrillos y sacos de cemento figuraban en la partida destinada a construirlos o a que el tiempo dedicado a levantar cada uno de los fortines oscilaba en torno a las tres semanas.




Continuamos nuestra marcha desde ese lugar, a unos dos kilómetros de primera línea, para visitar otro nido de ametralladoras del mismo diseño, éste a orillas de la vía verde y en estado de semidestrucción, habiendo desaparecido prácticamente la cubierta, probablemente para extraer el metal de su armazón para su posterior venta como chatarra. Martín del Moral nos comentó que el sector que estábamos visitando se encontraba cubierto a finales de la Guerra Civil por la 17º Brigada Mixta del Ejército Popular de la República, y nos fue mostrando durante todo el recorrido desde la vía verde hasta Valdeperdices un buen número de restos de cuevas, galerías e indicios de refugios y chabolas que con toda probabilidad sirvieron como alojamiento a la tropa. 

El camino comenzó a empinarse hasta llegar a una zona situada a unos 600 metros de lo que fue primera línea (lugar en el que, por cierto, José Manuel localizó semienterrada una vaina de bala de fusil Mosin Nagant, de fabricación soviética), donde giramos en dirección a la altura de Valdeperdices. Por allí comenzamos a ver con bastante claridad el trazado de multitud de trincheras de segunda línea. Nos detuvimos también brevemente ante dos fabulosos y bastante bien conservados puestos de escuadra, otro estándar republicano del que después contemplaríamos algunos más, compuesto de zonas para fusilería con troneras prefabricadas y un pozo de granaderos a cada lado.


Una vez en el vértice Valdeperdices, paramos a almorzar en el observatorio avanzado allí situado y pudimos aventurarnos por sus galerías subterráneas. Tras el “rancho”, nos acercamos también a un segundo observatorio, en peor estado que el primero, y comenzamos a descender las alturas, pudiendo contemplar cada vez más trincheras según nos acercábamos a primera línea.

La excursión estaba terminando, pero faltaba por llegar la auténtica “guinda” del paseo: un fabuloso cerro fortificado, plagado de túneles y galerías perfectamente conservados donde incluso aún se pueden leer las inscripciones en las paredes. Estuvimos un buen rato entrando y saliendo de las profundidades de la tierra y, como no podía ser de otra forma, allí fue donde nos hicimos, tan contentos, la foto de grupo. Puedo asegurar que algunos/as disfrutamos como niños/as.

De vuelta a Morata, visitamos de nuevo el Museo de la Batalla del Jarama del Mesón “El Cid”, para que los que no hubieran venido a la marcha del sábado no se perdieran su estupenda colección.

Ya por la tarde, en la Casa de la Cultura de Morata, tuvo lugar el último de los actos de las Jornadas: la interesantísima conferencia sobre “El Servicio de Recuperación de Material de Guerra, desde la GCE hasta hoy”, a cargo de Ricardo Castellano Ruíz de la Torre, autor de los libros “Los restos del asedio: fortificaciones de la Guerra Civil en el frente de Madrid; ejército nacional” y “Los restos de la defensa: fortificaciones de la Guerra Civil en el frente de Madrid; ejército republicano”. Esta charla tenía un interés especial, al ser un tema bastante poco tratado en actos públicos y, por lo tanto, relativamente desconocido para los profanos en la materia. Castellano supo conducir el acto de forma magistral, consiguiendo conferir a la explicación un ritmo ágil y ameno, alternando las explicaciones con una presentación en PowerPoint, imágenes y pequeños vídeos, que contribuyeron a mantener en todo momento la atención del público asistente.


Coincidiendo con la ofensiva franquista de Aragón, que llevará a sus tropas hasta el Mediterráneo cortando así en dos el territorio republicano, el ejército rebelde crea cinco batallones de especialistas, lo que supone el nacimiento del Servicio de Recuperación de Material de Guerra. Sus cometidos serán la recogida del material abandonado por el ejército enemigo, la clasificación de este material por modelos y estado de servicio y, en la medida de lo posible, su pronta entrega a las unidades combatientes.

Para ofrecer una idea aproximada de la ingente labor de este Servicio, Castellano nos ofreció algunas cifras realmente sorprendentes: el SRMG recuperó desde su creación hasta el final de la guerra 1.900 cañones, 3.700.000 proyectiles de artillería, 575.000 fusiles, 25.000 ametralladoras, más de mil millones de cartuchos, dos millones y medio de bombas de mano, 7.000 morteros y 3.500 toneladas de explosivos. Por si esto fuera poco, este servicio había censado al terminar la guerra, entre otros materiales, 60 tipos distintos de cañones, 49 tipos de fusiles, 41 tipos de armas automáticas y 235 tipos de piezas de artillería.

La labor del SRMG no concluye con la guerra: en 1942 publica un catálogo con los datos de todo el armamento descrito para que sirva de ayuda en la identificación de todo el material que iría apareciendo en la posguerra. Este catálogo sigue teniendo vigencia a día de hoy, dado que continúan apareciendo más y más restos por doquier.

Esta realidad, el hecho de que sigan encontrándose restos de la Guerra Civil, entre ellos proyectiles sin explotar, y que la tendencia vaya en aumento, orientó la última parte de la intervención de Castellano a exponernos la labor actual de los TEDAX, explicándonos cómo realizan sus intervenciones y advirtiendo a los coleccionistas y “buscadores de tesoros” del peligro que suele entrañar este tipo de hallazgos y cómo debe primar el sentido común, avisando a los técnicos de desactivación de explosivos cuando sea necesario, para evitar desgracias.

La conferencia de Castellano propició un buen número de preguntas y comentarios, que mostraron el interés con que el público había seguido la exposición. Tras cerrarse el turno de preguntas, David Loriente, presidente de Tajar, subió al estrado para realizar la clausura de las Jornadas, agradeciendo a todos su participación y asistencia y felicitándose (y felicitándonos) por el éxito de las mismas, que no es otro que haber atraído y despertado el interés de un gran número de asistentes. Con expresión satisfecha, Loriente expresó la intención de la asociación de continuar programando actividades ante el interés detectado y nos emplazó a todos a vernos también el próximo año en las II Jornadas “La Batalla del Jarama”. Allí estaremos…

sábado, 19 de febrero de 2011

El agua no disuadió a los asistentes en el segundo día de las jornadas


Pese a comenzar el día con una intensa lluvia que se ha mantenido de forma intermitente durante toda la jornada, a las nueve y media de esta mañana un nutrido grupo de personas esperaba a los organizadores en el punto designado para la cita de la primera de las excursiones por el escenario de la batalla del Jarama. Al final han sido más de treinta personas las que se han animado a dar un paseo muy especial por el campo, motivo por el cual la organización estaba a última hora de esta tarde valorando si avisar a un autocar más para mañana si amanece con buen tiempo. 

La ruta de hoy ha contado con la orientación y guía de Javier Rodríguez Fernández, autor del libro “Fortines. Centinelas de hormigón en el frente de Madrid” y creador de la página web fortines.com, además de vicepresidente de Tajar, y hay que destacar el auténtico lujo que resulta tenerle al lado a la hora de visitar fortificaciones. Sus acertadas y precisas explicaciones te ayudan a entender muchísimo mejor lo que estás viendo. Bravo por él…

El autobús nos llevó hasta el cruce de la carretera de Morata a San Martín de la Vega con la Cañada Galiana, donde pudimos ver diversos fortines de un punto fuerte del bando rebelde (mientras que los republicanos, habitualmente a la defensiva, adoptaban un sistema más lineal, las tropas de Franco, al tener una vocación claramente ofensiva, solían disponer sus fortificaciones en puntos fuertes, controlando las zonas clave a nivel estratégico y dejando libres más tropas para el avance). Estas fortificaciones son posteriores a la batalla del Jarama, de cuando el frente estaba ya estabilizado allí, por lo que se observa una construcción más cuidada. Probablemente el aspecto más destacable de este punto fuerte lo constituya el encontrarse situado a menos de trescientos metros de las líneas enemigas, algo único en toda la zona de la Comunidad de Madrid. 


Después de esto (y de atesorar una enorme plataforma de barro en las suelas de nuestras botas), enfilamos la pista hacia la zona de la famosa “Colina del Suicidio”, lugar emblemático de la Batalla del Jarama donde el Batallón Británico de la XV Brigada Internacional detuvo el avance de las tropas del coronel Asensio Cabanillas. Observando desde el monumento al Batallón Británico pudimos ubicar la “Colina del Suicidio” (así conocida porque sus defensores decidieron perecer todos en su defensa antes que retirarse), el llamado “Knoll” (desde donde las ametralladoras manejadas por las tropas marroquíes de Franco batieron los avances republicanos que intentaban retomar la loma) y la “Colina Cónica”. Desde luego, se trata de un lugar realmente evocador…


La lluvia, que había atenuado su caída, volvió a repuntar en aquel lugar, acercándonos un poco más al campo de batalla que estábamos visitando, ya que aquellos días de febrero de 1937 también hizo un tiempo de perros. Con nuestros chubasqueros y paraguas encaminamos nuestros pasos hacia la posición franquista situada en la Jara Alta, donde pudimos ver algunos ejemplares también únicos en el frente de Madrid, destacando el enorme y semidestruido complejo fortificado que batía desde el flanco el llano que debían cruzar las tropas republicanas para asaltar el Pingarrón, posición clave del frente del Jarama. Hay que destacar que se trata del primer complejo fortificado construido por el bando rebelde. En este lugar, David Loriente, presidente de Tajar, nos hizo un interesante resumen de la batalla que arrancó los aplausos de todos los presentes.    




 De vuelta al autocar por el camino de Valgrande tuvimos también la oportunidad de echar un vistazo a los restos una fortificación republicana de lo más peculiar, construida aparentemente con bastante prisa, y que, por su plataforma característica, debió albergar a una ametralladora.


Ya en Morata, visitamos el museo de la Batalla del Jarama del Mesón “El Cid”, que posee una colección de restos y material encontrado realmente notable: desde un mortero “Valero” a la trasera de un coche Fiat Balilla, pasando por unas cajitas de Juanolas de la época, que despertaron especialmente mi atención por lo curioso. Por supuesto, también había balas, proyectiles, medallas y utensilios de trinchera de todo tipo. Una visita para no perderse.


Ya por la tarde, a las cinco y media, continuaron los actos en la Casa de la Cultura de Morata de Tajuña con una conferencia a cargo de Javier Rodríguez, nuestro estupendo guía de la mañana, que repasó, sistematizó y amplió todo lo visto en el paseo y bastante más, con ayuda de mapas activos que facilitaron al público la comprensión de la batalla en clave geográfica y la ubicación de los restos visitados entendiendo mejor por qué estaban allí y qué función cumplían.

Rodríguez finalizó su exposición realizando una bien fundamentada defensa del objetivo principal de Tajar, la conservación de los restos de la batalla del Jarama, justificándola por su valor histórico, la potenciación de la oferta cultural que supondría y la atracción turística a que pueden dar lugar. Atracción que ya suponen, dado el elevado número de visitas a la zona por parte de veteranos y sus familiares, y de estudiosos de nuestra contienda civil. Para este objetivo, Tajar propone tres líneas principales de actuación: la catalogación de los restos, el diseño de rutas y su difusión, y la organización de actividades como la que nos ocupa.


Como cierre, Javier compartió con nosotros una reflexión personal: “todos estos restos protegieron y salvaron la vida a muchos de nuestros antepasados. Es de ley, por lo tanto, que hoy los protejamos nosotros a ellos”.

Las actividades de la tarde concluyeron con la proyección del documental “Tierra española” (“The Spanish Earth”,1937), de Joris Ivens, en el que Morata de Tajuña y la batalla del Jarama tienen un protagonismo especial. La cinta cautivó el interés del público asistente, especialmente el repaso dado a los fotogramas en que aparece el pueblo en aquella época.


viernes, 18 de febrero de 2011

Inauguradas en Morata las 1º Jornadas “La Batalla del Jarama”

A las siete de esta tarde, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Morata, arrancaban las primeras Jornadas “La Batalla del Jarama”, organizadas por la asociación Tajar con la colaboración del Ayuntamiento de esta localidad. La nota más destacada del evento la ha constituido el lleno absoluto registrado en este primer acto de las Jornadas. Tanto, que un elevado número de asistentes ha tenido que seguir la conferencia y la proyección del documental de pié, lo que no ha mermado el interés con el que todos los presentes han seguido lo expuesto en el Salón de Plenos. 

El alcalde de Morata de Tajuña, Mariano Franco, ha abierto las Jornadas, dando la bienvenida a todos los presentes y agradeciéndoles su asistencia para, a renglón seguido, reiterar el apoyo del consistorio a esta iniciativa, entre cuyos objetivos está la preservación de los restos de la batalla del Jarama. 

A continuación ha intervenido David Loriente, presidente de Tajar, que también ha agradecido la masiva asistencia, sorprendiéndose gratamente de que “al final el Salón de Plenos se nos ha quedado pequeño”. Loriente ha insistido en la importancia de este día, en el que Tajar celebra sus primeras jornadas, y ha aprovechado para recordar a las personas “que se juntaron hace tres años para crear esta asociación”. 

Loriente ha insistido en que uno de los objetivos de Tajar es la divulgación de la batalla del Jarama, una batalla “de importancia capital, porque era Madrid lo que estaba en juego, por el armamento utilizado, por la dureza de los combates y porque puso de relieve la internacionalización del conflicto: en ella participaron combatientes procedentes de 52 de los 66 países reconocidos en aquel momento por la Sociedad de Naciones”. Por todo ello, el presidente de Tajar señaló esta batalla como “el preámbulo de la II Guerra Mundial”.

David terminó su intervención insistiendo en la idea de que los restos de la batalla “forman parte de nuestra historia y de nuestro patrimonio cultural”, y animando a todos los presentes a participar y disfrutar de estas primeras Jornadas dedicadas a la Batalla del Jarama.

Tras la intervención de Loriente, ha comenzado la conferencia a cargo del escritor e historiador Jesús González de Miguel, autor del libro “La batalla del Jarama”, que ha estructurado su intervención en dos partes: la “aventura” de escribir el citado libro y un repaso a la batalla y a las particularidades de las guerras civiles.
Para “romper el hielo”, González ha utilizado de forma sugerente la fecha de hoy, 18 de febrero, para ilustrarnos sobre qué estaba ocurriendo allí mismo 74 años antes, en 1937. A continuación, ha pasado a explicarnos cómo surgió el proyecto de escribir “La batalla del Jarama”. “Hacer un libro es una labor que implica a todo tu entorno”, según el historiador. “Éste ha supuesto siete años de trabajo, y cuando empecé a hacerlo, en 1994, no había ningún libro que hablase específicamente de esta batalla”.

La idea surgió en un avión, a las seis de la mañana, a partir de una conversación con un viejecito que demostraba un notable sentido del humor a esas horas tan tempranas. Al hacérselo notar Jesús, el viejecito contestó: “si no lo hubiera tenido, no habría podido sobrevivir a Auschwitz”. Una respuesta tan excepcional cautivó el interés de González de Miguel, que siguió conversando con aquel señor y pudo saber que había luchado en la Guerra Civil Española, después en la 2ª División Blindada francesa (la de Leclerc), fue capturado por los alemanes en Monte Cassino, y terminó en Auschwitz, pese a no ser judío. Posteriormente, el historiador coincidiría en otro avión con otros dos veteranos internacionales de nuestra contienda civil, y éstos le llevarían a otros más, con lo que iría recopilando más y más testimonios. “Conocer a toda esa gente es una experiencia de la que no se sale indemne. Es la gran aventura de mi vida”, reconoce González.

Tras explicarnos el proceso de creación de su obra, el escritor abordó la eterna pregunta: “¿por qué la Guerra Civil de nuevo?”. Se declaró sorprendido siempre que oye esta pregunta, ya que “estamos acostumbrados a ver películas del Oeste o de Vietnam continuamente, y nadie hace una pregunta semejante”. Concluyó que las guerras civiles siempre son algo complicadas, y si son en España más aún. Dio un repaso a las distintas guerras civiles que han tenido lugar en otras partes del mundo, que si bien muchas de ellas siguen encerrando polémicas aún hoy, éstas se van superando a la hora de hablar en términos históricos.

Continuando con las eternas preguntas en estos casos, la siguiente, a su juicio, es “¿qué aporta el libro”, destacando que a él lo que más le interesan son los testimonios de los soldados de a pié, la parte humana de la batalla, definiendo la vida en las trincheras como “aburrimiento, terror, suciedad y miseria”. González destacó también varios aspectos para él característicos de la batalla, como son el hecho de que fuera una batalla de desgaste, pero de concepción anticuada en su desarrollo; el derroche de valor por parte de ambos bandos; y la meteorología nefasta en que tuvo lugar, que ocasionó no pocos problemas adicionales a ambos bandos, acentuando su dureza.

El historiador concluyó su intervención declarando haber “intentado hacer un libro a la inglesa: ameno y riguroso. Espero haberlo conseguido”. González agradeció a todas las personas que le han ayudado con el libro y tuvo un recuerdo para aquellos que cayeron hace 74 años en el Jarama.

El acto concluyó con la proyección de “Defensores de la fe”, de Russell Palmer, único documental sobre la Guerra Civil, de la época, rodado en color. 




Éxito de participación en la presentación de las jornadas

    Éxito de participación. El salón de plenos del Ayuntamiento se nos quedó pequeño. Pleno en el salón de Plenos.
    Esta tarde presentamos nuestras Jornadas. Cerca de un centenar de personas nos acompañó a la Asociación TAJAR en la presentación de nuestras 1as Jornadas de la Batalla del Jarama.
    El alcalde, Mariano Franco, abrió el fuego para reiterar el apoyo del Ayuntamiento a la iniciativa de TAJAR y, aunque nuestro compañero Roberto Blanco hará una crónica más detallada, queríamos reseñar aquí la satisfacción que nos produce que los ciudadanos de Morata nos acompañen en nuestra andadura.
Mañana, ruta a las 9:30; visita al Museo de El Cid a las 13:30; conferencia a las 17:30 y documental a las 18:00.
Jesús González de Miguel explicando cómo escribió su libro sobre la Batalla
  
David Loriente, Presidente de TAJAR, haciendo la introducción a nuestra primera jornada
Una vista del Salón de plenos
Otra vista, un poco más allá, que da una visión clara de hasta dónde se lleno el salón de Plenos. Faltan en estas dos últimas fotos las personas que se sentaron en las sillas que habitualmente ocupan los concejales del Ayuntamiento.

jueves, 17 de febrero de 2011

Bienvenidos a nuestro Blog

Recomendamos a los contribuyentes del blog que el texto de los mensajes (este en el que escribo ahora) sea fuente Courier, tamaño "grande" y el texto sea alineado a la izquierda y no justificado.


Salu2

1as Jornadas de la Batalla del Jarama

    Desde mañana se celebrarán las Iºs Jornadas de la Batalla del Jarama, organizadas por la asociación TAJAR y en la que colabora el Exmo. Ayuntamiento de Morata de Tajuña.
    El programa lo podéis ver en la siguiente programación. 
    Pinchar para agrandar. Y si aún lo queréis ver con más detalle volver a pinchar cuando el cursor tome forma de lupa.
    Salu2