A las siete de esta tarde, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Morata, arrancaban las primeras Jornadas “La Batalla del Jarama”, organizadas por la asociación Tajar con la colaboración del Ayuntamiento de esta localidad. La nota más destacada del evento la ha constituido el lleno absoluto registrado en este primer acto de las Jornadas. Tanto, que un elevado número de asistentes ha tenido que seguir la conferencia y la proyección del documental de pié, lo que no ha mermado el interés con el que todos los presentes han seguido lo expuesto en el Salón de Plenos.
El alcalde de Morata de Tajuña, Mariano Franco, ha abierto las Jornadas, dando la bienvenida a todos los presentes y agradeciéndoles su asistencia para, a renglón seguido, reiterar el apoyo del consistorio a esta iniciativa, entre cuyos objetivos está la preservación de los restos de la batalla del Jarama.
A continuación ha intervenido David Loriente, presidente de Tajar, que también ha agradecido la masiva asistencia, sorprendiéndose gratamente de que “al final el Salón de Plenos se nos ha quedado pequeño”. Loriente ha insistido en la importancia de este día, en el que Tajar celebra sus primeras jornadas, y ha aprovechado para recordar a las personas “que se juntaron hace tres años para crear esta asociación”.
Loriente ha insistido en que uno de los objetivos de Tajar es la divulgación de la batalla del Jarama, una batalla “de importancia capital, porque era Madrid lo que estaba en juego, por el armamento utilizado, por la dureza de los combates y porque puso de relieve la internacionalización del conflicto: en ella participaron combatientes procedentes de 52 de los 66 países reconocidos en aquel momento por la Sociedad de Naciones”. Por todo ello, el presidente de Tajar señaló esta batalla como “el preámbulo de la II Guerra Mundial”.
David terminó su intervención insistiendo en la idea de que los restos de la batalla “forman parte de nuestra historia y de nuestro patrimonio cultural”, y animando a todos los presentes a participar y disfrutar de estas primeras Jornadas dedicadas a la Batalla del Jarama.
Tras la intervención de Loriente, ha comenzado la conferencia a cargo del escritor e historiador Jesús González de Miguel, autor del libro “La batalla del Jarama”, que ha estructurado su intervención en dos partes: la “aventura” de escribir el citado libro y un repaso a la batalla y a las particularidades de las guerras civiles.
Para “romper el hielo”, González ha utilizado de forma sugerente la fecha de hoy, 18 de febrero, para ilustrarnos sobre qué estaba ocurriendo allí mismo 74 años antes, en 1937. A continuación, ha pasado a explicarnos cómo surgió el proyecto de escribir “La batalla del Jarama”. “Hacer un libro es una labor que implica a todo tu entorno”, según el historiador. “Éste ha supuesto siete años de trabajo, y cuando empecé a hacerlo, en 1994, no había ningún libro que hablase específicamente de esta batalla”.
La idea surgió en un avión, a las seis de la mañana, a partir de una conversación con un viejecito que demostraba un notable sentido del humor a esas horas tan tempranas. Al hacérselo notar Jesús, el viejecito contestó: “si no lo hubiera tenido, no habría podido sobrevivir a Auschwitz”. Una respuesta tan excepcional cautivó el interés de González de Miguel, que siguió conversando con aquel señor y pudo saber que había luchado en la Guerra Civil Española, después en la 2ª División Blindada francesa (la de Leclerc), fue capturado por los alemanes en Monte Cassino, y terminó en Auschwitz, pese a no ser judío. Posteriormente, el historiador coincidiría en otro avión con otros dos veteranos internacionales de nuestra contienda civil, y éstos le llevarían a otros más, con lo que iría recopilando más y más testimonios. “Conocer a toda esa gente es una experiencia de la que no se sale indemne. Es la gran aventura de mi vida”, reconoce González.
Tras explicarnos el proceso de creación de su obra, el escritor abordó la eterna pregunta: “¿por qué la Guerra Civil de nuevo?”. Se declaró sorprendido siempre que oye esta pregunta, ya que “estamos acostumbrados a ver películas del Oeste o de Vietnam continuamente, y nadie hace una pregunta semejante”. Concluyó que las guerras civiles siempre son algo complicadas, y si son en España más aún. Dio un repaso a las distintas guerras civiles que han tenido lugar en otras partes del mundo, que si bien muchas de ellas siguen encerrando polémicas aún hoy, éstas se van superando a la hora de hablar en términos históricos.
Continuando con las eternas preguntas en estos casos, la siguiente, a su juicio, es “¿qué aporta el libro”, destacando que a él lo que más le interesan son los testimonios de los soldados de a pié, la parte humana de la batalla, definiendo la vida en las trincheras como “aburrimiento, terror, suciedad y miseria”. González destacó también varios aspectos para él característicos de la batalla, como son el hecho de que fuera una batalla de desgaste, pero de concepción anticuada en su desarrollo; el derroche de valor por parte de ambos bandos; y la meteorología nefasta en que tuvo lugar, que ocasionó no pocos problemas adicionales a ambos bandos, acentuando su dureza.
El historiador concluyó su intervención declarando haber “intentado hacer un libro a la inglesa: ameno y riguroso. Espero haberlo conseguido”. González agradeció a todas las personas que le han ayudado con el libro y tuvo un recuerdo para aquellos que cayeron hace 74 años en el Jarama.
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